lunes, julio 29, 2013

・☆・ Esperando por mi Amo ・☆・ 



Photo John Evans


Siempre disfrutamos del sexo al máximo. Ambos tenemos, esa energía, que compartimos y que nos une en comunión casi mística, de lujuria, deseo, pasión y sentimiento. Nos gusta disfrutar del sexo al máximo nivel. Siempre dispuestos, siempre calientes … Siempre.

Eres mi Amo, mi Señor, pero eres  también mi hombre y amante. El mejor amante que una mujer puede  desear, caliente, apasionado, buen follador y romántico. Los dos con fuerte personalidad, hace que a veces nuestro sexo sea pura dinamita.

Aquella tarde de verano, como tantas veces, me buscaste, estabas caliente y precisabas  el servicio de tu esclava, de tu putaSi, cuando el deseo hierve en nuestras entrañas, así es como me encanta sentirme: tu puta. Y lo digo con la boca llena de orgullo, soy tu esclava, tu juguete y tu puta. Para servirte, para ponerte caliente, para volverte loco, para obligarte a que pienses solo en follarme, para calmarte y ser tu escape cuando precisas relajarte. Soy tu puta, porque  estoy a la orden de tu placer, de tu único placer, que al mismo tiempo…es el mío.




La habitación estaba en penumbra, yo sobre la cama, en mis rodillas, mi collar brillando en la oscuridad, la cadena  rozando mi pecho. Mi coño palpitando, deseando tu llegada. Esperando por ti. Me había puesto mi sello anal, te gustaba  vérmelo puesto. Signo de tu posesión sobre mí. Escuché las llaves en la puerta, y mi respiración se  volvió  dura y agitada. Solo sentir tu olor en el aire, tus pasos, tu respiración, se despertaba mi deseo y mi lujuria. Así es tu poder sobre mí.

Te acercaste a la cama. y extendiste tu mano. Yo acaricie mi  rostro con ella, la sentí, atrapé tu pulgar en mis labios, y empecé a chuparlo con devoción, con deseo. Tú de pie, mirándome, desde tu dominación, tu  sabes el poder que tienes sobre mí. Yo también. La fuerza de nuestro deseo, es a menudo, de naturaleza salvaje, casi irracional.




Empujas mi cabeza en tu polla, y yo la atrapo con mi boca a través de tus pantalones, sintiendo su dureza. Sentirte así, duro, excitado, animal por mí, por tu hembra, me convierte en una salvaje, que da rienda suelta  a sus primitivos instintos.

Te empujé sobre la cama, y con premura, te liberé de tu ropa. Salté sobre ti, y empece a recorrer con mi boca, tu piel, de norte a sur, de oriente  a poniente. Un rastro húmedo, caliente va dejando mi lengua, mi saliva, marco  mi territorio, tu piel mi punto de anclaje. Me deslicé lentamente, mi cadena, de frío tacto, rozó tu vientre  y tu polla, la  coloqué  hacia atrás para que no me moleste, inicio mi Ritual de amor.

Separé  tus piernas y las elevé, tu empezaste a tirar, lentamente, disfrutando, y yo puse mis labios al servicio de tu placer, de tus bolas, chupándolas con fruición, gentilmente, una por una, mmm … Estaban duras, calientes, llenas, listas para darme  mi recompensa, pero todavía no. Nuestra complicidad en el sexo, es plena en estos momentos, cada uno conoce, aquello que al  otro, lo transporta fuera de su cabeza, y lo  eleva a un estado de nirvana, de placer intenso y absoluto, el tuyo  como el mío, es el sexo anal, en mí y en ti.

Separé tus nalgas y hundí mi cabeza en medio de ellas e inicie una larga chupada de tu ano, poniendo mi lengua profunda, chupando con esmero, mi lengua se movia en todas partes ahora, debajo de tus bolas, arriba y abajo, chupando de nuevo tus bolas … Mmm … Es mi intenso placer, sentir como tu placer está ahora  pendiente de mi boca, de mi lengua … Chupo, chupo, chupo, chupo … Gemía como una posesa, tú también. Mi dedo, combinación perfecta con mi lengua, se adentra y despierta  todas tus locas e intensas sensaciones, tú al mismo tiempo, tirando en tu polla, sintiéndote en otra dimensión.

Te incorporas, te pones de pie, yo en  la alfombra, en mis rodillas, esperándote. Tú empiezas a tirar, y un río de lava blanca, fluye en mi  boca, yo lo recojo todo, caliente, cremoso, todo para mi, para tu esclava. Es mi recompensa. Mi alimento. Abro mi boca, y te enseño como he guardado todo tu elixir, te sonrío, y lo trago. Vienes a mí y nos besamos salvajemente. Comiéndonos.

Tomo tu mano, y la beso con devoción. Es la mano de mi Amo y Señor. Y entre susurros y leves gemidos, como en trance, hago mi ritual de sumisión:

"Beso tu mano, mi Amo, mi Señor, mi Dueño, beso tu mano, con respecto, amor y lujuria, con mimo y adoración. Yo soy tu sumita, tu esclava, tu juguete sexual, tu puta. Y estoy aquí, para darte placer, para servirte en todo lo que tú me pidas, sin límites, para ser follada por ti, para ser usada, y para recibir placer. Yo soy tu posesión, tu pertenencia. Yo te pertenezco. Todo mi ser te pertenece, mis pensamientos, mis sentimientos, mi cuerpo y mi alma, mi aliento y mi corazón. Tu eres mi Master, mi  amado Master. Y te amo."

Me incliné totalmente, y besé tus pies, con mimo, ternura y lujuria.

Entonces, tomaste mi cadena, y nos dirigimos hacia nuestro rincón favorito para follar, nuestro cómodo sofá. Tu caminabas, orgulloso, y distante. Yo a tu lado, en mis cuatro, sedienta de ti. En esa actitud, sabes que es cuando más caliente me pones. Llegamos al salón, y tú me empujaste en la alfombra y me ordenaste esperar. Trajiste unas cuerdas y mi  antifaz. Yo te ofrecí mis manos que ataste a mi espalda y me pusiste el antifaz. Estaba a tu merced. En tus manos. Ágilmente, colocaste mi cabeza sobre unos cojines, y mi culo elevado. Deslizaste fuera, lentamente mi sello anal, y comprobaste que tu propiedad estaba lista para ser disfrutada por ti. Me besaste las nalgas, las mordiste levemente, y pusiste tu lengua en lo profundo de mi, arrancando  profundos gemidos de placer. Tu lengua rápida, no se conformaba con mi jardín secreto, mi húmedo coño, era manjar para ti también. Saciabas tu ímpetu animal, con la fuerza de un León. Yo rendida a tu lengua, a tu boca,  gemía y gritaba desde la excitación y el deseo. La Lujuria. Rogaba por tu polla. Quería ser follada por mi amo, ahora en ese momento.



Me tomaste en dos tiempos. Gentilmente insertaste tu polla en mi ano, y lentamente te fuiste abriendo camino. ¡Ábrete, para tu amo ! me dijiste. Yo, abriéndome toda. Tu, invadiendo mis dominios de placer. Me follaste  con la fuerza de un huracán. Golpeabas mis nalgas en tus caderas. Toda la fuerza de tu cuerpo chocando en mi cuerpo menudo, frágil, pero fuerte en la lujuria y el deseo por ti. Eres mi pasión. Mi deseo. Mi lujuria. Mi adicción.

Tu polla, me taladraba en todo mi dominio, y yo dulcemente desesperada, gemía como una loca, dando rienda suelta  a ese dulce dolor placentero, que se siente en esa muerte súbita, que es sobrevenida  con el orgasmo. Tú, en tus movimientos, rápido, profundo, certero, despiadado. Haciendo uso de tu presa, de tu gacela. Devorándola sin piedad. Ambos consumiéndonos en el fuego de la pasión, en la rabia de la lujuria, en el dolor del placer. Unos pocos golpes  intensos, y pude sentirte en toda tu plenitud, rozando mi zenit, volviéndome loca y sin control. Me corro entre gritos y un rio de jugos de toda clase discurre viscoso, tú te bajas rápido a succionarlo, a saborearlo. A saciar tú sed. Me incorporo, en mis rodillas y busco tu polla. La pones en mi boca, tomas mi cabeza con tus manos, y follas mi boca, con fuerza, duramente,  profundamente, chocando. Yo lo  recibo todo,  me follas duro, y rápido, obligándome a respirar por la nariz. No me das tregua. Mi lengua envuelve tu polla, la acaricia y tú te mueves rápido. Entonces, paras … tiras de la cadena de mi collar, me empujas hacia ti, y comes mi boca, como si nunca más me fueras a besar. Nos besamos largo, calmándonos. 

Me desatas y retiras mi antifaz. Entonces, te sientas y enciendes un puro … me pides que te ponga un Jack. Lo hago, es algo  que te encanta. Yo desnuda, con mi cadena , mi collar, en mis tacones, y sirviéndote tu Jack, mientras el fuego brilla en mis ojos, y mi piel refleja el fulgor, por la agitación de nuestra batalla de sexo.






Pongo música, y mientras saboreas puro y whisky, yo bailo para ti, sonriéndote, contoneando mis caderas sobre mis tacones, meneando mi culito para ti, alimentando tus ganas…enseñándote tu propiedad... me haces un leve gesto, para que me acerque … lo hago y me atrapas sobre tus rodillas con fuerza, me besas salvaje, separas mis piernas, y mientras nos devoramos la boca, tu puro me empieza a follar en mi coño, me muevo y tu vas profundo … mmm … Lo pones fuera y chupas, besándome a continuación. El sabor del tabaco, con el sabor de mi sexo, caliente combinación. 

La música suena. 

Y nosotros continuamos … Fumando.







Gabriela Anders - Feels So Good




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